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Mostrando entradas de febrero, 2021

Quisiera que fuera permanente…

Nada es constante en la vida. No por nada existe un Libro como el I Ching, el Libro de los Cambios, que nos permite reconocer las 64 formas de energías y sus combinaciones existentes   en nuestro espacio. La vida se encuentra en constante dinamismo.   Los cambios son lo permanente, por lo que la totalidad de las cosas se torna impermanente. En muchos aspectos del vivir uno quisiera que permanecieran para siempre: el amor, la familia, una relación, la salud, la tranquilidad… Pero a cada paso que damos encontramos una leve modificación y, en ocasiones, momentos puntuales que ponen patas para arriba nuestra vida, generando nuevos inicios. El deseo de permanencia es lo que nos “obliga” a rechazar los cambios.   No queremos que las cosas cambien.   Y perdemos la armonía interna a causa de ello.   Pero si objeto deseado para su permanencia fuera un valor inconmensurable como el amor… ¿por qué la modificación de condiciones en relación a este aspecto nos hace perder nuestro eje?