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Mostrando entradas de agosto, 2015

A qué vine a este mundo?

La acuciante pregunta por el sentido de nuestra vida en esta tierra, tarde o temprano, florece en la mente de todo ser humano que ha vivido en este planeta.  Quien encuentra una respuesta satisfactoria, siente la plenitud en su vida, pues conoce o entiende el significado de su existencia. Y hay quienes pasan toda su vida en la búsqueda de esa respuesta que los complete. “Tu misión en este mundo es de sólo saber amar…” Este pequeñísimo fragmento es de una poesía de Santa Teresita del Niño Jesús, en la que un Ángel le anuncia su tarea. Para ella, saber amar era vivir el amor hacia su esposo divino en el claustro.  Y este amor la llenaba tanto, que el recipiente de su alma desbordaba y lo derramaba a su alrededor, entre sus hermanas, o sobre aquellos por quienes oraba, o a través de sus escritos inspirados y sus poesías. Elizabeth Leseur, otra mujer francesa, descubrió, en la vivencia de su matrimonio, que: “un alma que se eleva, eleva el mundo”

Tengo sobrepeso y me siento sucia

¿Qué es lo que todos buscamos consciente o inconscientemente? Estar en paz. Cuando una persona tiene problemas de obesidad o problemas de salud relacionados con el sobrepeso, en definitiva tiene esta necesidad imperiosa de encontrar paz dentro de sí misma. Teniendo paz interna, naturalmente la ansiedad desaparece y con ella, la compulsiva necesidad de comer más y más. Una mujer me confió su corazón contándome cosas muy íntimas de su familia a partir de un comentario que le hice respecto a algo que dijo.  En primer lugar, hablando de la alimentación, ella siente que su cuerpo está sucio.  Por eso necesita purificarse, limpiarse; de alguna manera, limpiar su sangre.  Cuando yo escucho las palabras “me siento sucia”  o  “siento el cuerpo sucio” -al menos en este caso-, percibo que detrás de eso se encuentra una percepción sucia de la propia sexualidad. A los niños les encanta jugar con barro.  Y, embarrarse, para ellos, no significa estar sucios,  aunque de afuera les