La acuciante pregunta por el sentido de nuestra vida en esta tierra, tarde o temprano, florece en la mente de todo ser humano que ha vivido en este planeta. Quien encuentra una respuesta satisfactoria, siente la plenitud en su vida, pues conoce o entiende el significado de su existencia. Y hay quienes pasan toda su vida en la búsqueda de esa respuesta que los complete. “Tu misión en este mundo es de sólo saber amar…” Este pequeñísimo fragmento es de una poesía de Santa Teresita del Niño Jesús, en la que un Ángel le anuncia su tarea. Para ella, saber amar era vivir el amor hacia su esposo divino en el claustro. Y este amor la llenaba tanto, que el recipiente de su alma desbordaba y lo derramaba a su alrededor, entre sus hermanas, o sobre aquellos por quienes oraba, o a través de sus escritos inspirados y sus poesías. Elizabeth Leseur, otra mujer francesa, descubrió, en la vivencia de su matrimonio, que: “un alma que se eleva, eleva el mu...